jueves, 11 de noviembre de 2010

CRISIS FAMILIARES

CRISIS FAMILIARES

Se entiende por crisis una fase peligrosa de la cual puede resultar algo beneficioso o algo perjudicial para la persona que la experimenta.
Por tanto, la crisis en una época de transición o cambio, propio de una situación de conflicto e inestabilidad.
La crisis marca una discontinuidad profunda. En términos sistémicos se produce una crisis cuando una tensión afecta a un sistema y dicho sistema requiere de un cambio que se aparta del repertorio habitual de conductas: el sistema, entonces, ha entrado en crisis.
Parece ser que en chino el concepto de crisis se representa con los ideogramas de peligro y oportunidad.
La crisis sería una oportunidad peligrosa, ya que cuando hay una crisis las cosas pueden mejorar o empeorar, pero inevitablemente cambiarán.
También podríamos ver la crisis como esa situación en la que “lo antiguo ya no sirve y lo nuevo aún no ha llegado”

• Según Caplan, es una perturbación de una situación estable que se caracteriza porque sobreviene de forma repentina o inesperada, provocada por un acontecimiento estresante o precipitante, afectando a una persona o grupo que hasta entonces tenía un adecuado nivel de funcionamiento, de manera que provoca un desequilibrio.

• Según María Moliner, es un momento en que se produce un cambio muy marcado en algo.

• Desde el punto de vista relacional, es una reacción subjetiva a las tensiones de las experiencias de la vida, y que afecta directamente al desarrollo y estabilidad de las personas, así como sus futuras relaciones. Esta reacción subjetiva determinará el grado de tensión o de estresor.

En filosofía de la ciencia, y según la visión de Thomas Kuhn (1994), la crisis es una etapa previa y necesaria para que surjan nuevas teorías y representa una fase de transición que hace progresar la ciencia por medio de revoluciones.
Hay que diferenciar emergencia de crisis.
Por emergencia se entiende esa situación en la que uno tiene la sensación subjetiva de que necesita ayuda externa para protegerse de un cambio no deseado.
En la emergencia ha conciencia de peligro y de catástrofe inminente.
Sin embargo, a veces ocurre que una persona se asusta ante un cambio y quiere impedirlo; eso hace que experimente el estado de crisis como emergencia y quiera evitarlo pidiendo ayuda externa; de esa forma evita, también, la oportunidad de evolucionar cualitativamente.

CLASIFICACIÓN DE LAS CRISIS

Las crisis se pueden clasificar en cuatro categorías.

Desgracias inesperadas

La característica más significativa de una desgracia inesperada es que la tensión que aparece es evidente y justificada ya que se debe a causas ajenas a la familia.
Así, la muerte de un ser querido, el incendio de la casa o la pérdida de un boleto premiado, son desgracias reales que difícilmente pueden preverse.
Por eso, no tiene sentido en este tipo de desgracias ni los sentimientos de culpa ni intentar poner remedio para que no vuelva a ocurrir.

Crisis de desarrollo

Las crisis de desarrollo tienen un carácter universal.
Estas crisis no tienen nada de único ya que casi todas las familias pasan por ellas.
Como por ejemplo: el matrimonio, el nacimiento de un hijo, el comienzo de la edad escolar, la emancipación de un hijo, la jubilación, etc.
La familia debe desarrollar mecanismo de adaptación ante el tránsito de una etapa a otra del ciclo vital de forma que maneje la crisis de manera funcional.
Estas crisis son esperables aunque no se puede hacer nada para que no ocurran.

Crisis estructurales

Las crisis estructurales están relacionadas con las tensiones internas de la familia. Son propias de las familias disfuncionales.
Aparecen periódicamente de manera abrupta e intensa. El abordaje terapéutico resulta difícil ya que la familia desarrolla la crisis como un mecanismo para que el cambio no se produzca.
Así, cuando en una familia hay un miembro con problemas de alcoholismo, o intentos de suicidio, o violencia o fugas del hogar, etc. aparece la crisis tendiente a la que la estructura disfuncional de la familia no cambie.
Por eso, estas crisis pueden ir apareciendo durante décadas, con el consiguiente desgaste y sufrimiento familiar, pero con el objetivo de que, por ejemplo, el matrimonio no aborde sus conflictos porque tal vez eso conduciría a la separación, o que un hijo no se independice.

Crisis de desvalimiento

Cuando en una familia hay un miembro que es funcionalmente dependiente (discapacidad física o psíquica) y que consigue que toda la familia esté atrapada dispensándole cuidados y atención, entonces se puede hablar de crisis de desvalimiento.
La gravedad de este tipo de crisis depende de diversos factores.
Por ejemplo , será más grave si la ayuda que necesita el miembro dependiente son cuidados muy especializados, si la ayuda es muy difícil de reemplazar o si la situación de incapacidad se ha producido recientemente y la familia todavía se encuentra en la fase de no aceptación.
Las crisis que sobrevienen en las familias a causa de un miembro senil suelen ser muy traumáticas

FACTORES QUE PROVOCAN CRISIS

• Factores situacionales: cualquier acontecimiento que suceda en la vida de un individuo en relación al medio social. Son imprevisibles y se escapan de nuestro dominio: enfermedad, hospitalización
Pueden hacer surgir nuevos roles o responsabilidades adicionales, o pueden hacer cambiar la forma de vida o las relaciones con otras personas.

• Factores de desarrollo: Sentimientos de estrés que acompañan a las personas a lo largo de la vida y
que hacen referencia a la evolución y a los diferentes estados madurativos de las personas y ciclos de vida.

• Factores ideológico−culturales: visión específica que la familia hace ante el hecho que le sucede.

FENÓMENOS QUE PUEDEN PROVOCAR CRISIS

• Fenómenos que provocan crisis situacionales: enfermedad, muerte, hospitalización, accidentes, catástrofes (guerras, incendios), separaciones, divorcios, embarazos no deseados, cambios de status socio económicos.

• Fenómenos de origen social y cultural: crisis por jubilación, crisis generacionales, conflictos permanentes entre padres e hijos.

• Fenómenos que afectan al desarrollo y estabilidad del individuo: fenómenos que distorsionen las aspiraciones de las personas.

• Fenómenos medioambientales en interacción con problemas de tipo psíquico: fracaso escolar, absentismo laboral/ escolar, inadaptación laboral/escolar.

TIPOS DE CRISIS

• Crisis de desmembración: muerte de un miembro de la familia, hospitalización, separación.
• Crisis por accesión: embarazo no deseado, adopción, padrastro o madrastra, abuelos.
• Crisis por desmoralización: infidelidad, alcoholismo, delincuencia, falta de apoyo.
• Crisis por desmoralización con desmembración o accesión: divorcio, encarcelamiento, suicidio, violación, hospitalización.
• Crisis que abarcan cambios de estatus: paro, enriquecimiento o empobrecimiento súbitos, guerras,inundaciones.


FENÓMENOS EMOCIONALES QUE ACOMPAÑAN LAS CRISIS

En las crisis se activan una serie de mecanismos de defensa para protegernos de los sentimientos incómodos y a veces insoportables.
Los sentimientos más frecuentes son la rabia, la angustia, el miedo y la culpa, y a menudo están condicionados por creencias irracionales. Dependiendo de cómo se viva la situación de crisis,
se activarán más unos sentimientos que otros.
Los fenómenos emocionales más frecuentes que se dan en las crisis son:

• Depresión: es uno de los fenómenos más frecuentes en la etapa desorganizada de la crisis. Reacciones emotivas de tristeza y melancolía, no estando motivado para salir del problema. El cliente casi siempre expresa su sentimiento, pero manifiesta su impotencia y desánimo para salir de esta situación.
Se encuentra apático, indiferente.

• Miedo: es el temor ante lo que pueda deparar el futuro, no estando la mayoría de las veces ese temor fundado en un motivo real, sino imaginario. Supone imaginar que una cadena de desgracias le va a suceder a partir de ese momento, produciéndoles vivencias tales como preocupación, inseguridad,terror, asociados a la sensación de miedo. Incluso va acompañada de síntomas físicos: respiración agitada o temblores. A veces no se es capaz de manifestar verbalmente su miedo.

• Ira: es muy frecuente como reacción a las frustraciones y situaciones traumáticas en la vida de las
personas. Se manifiesta de forma muy clara. Suelen hablar con voz muy alta. Utilizan insultos, se
defienden sin haber sido acusados y prácticamente no escuchan al trabajador social. Éste debe
ayudarlos a situarse en planos de menos agitación emocional, aunque debe permitirles que puedan
desahogarse.

• Ansiedad: es el estado de ánimo más frecuente. La persona se siente invadida por sentimientos difusos que le impiden expresar con claridad sus problemas y la incapacidad para tomar decisiones. Es un estado de angustia permanente, con síntomas tales como hiperemotividad, trastornos del sueño, decaimientose debe tranquilizar al cliente y ayudarle a hablar.

CONCLUSIÓN

A pesar de que a la bibliografía recomendada no tuvimos un acceso directo,y el manual que encontramos nos alejaba de nuestra pretensión, optamos por trabajar el concepto de crisis desde otras vertientes y con diferentes fuentes de información.
Lo convertimos en un termino asequible y a medida que afianzábamos conceptos, nuestro rendimiento aumentaba.
La cohesión con el grupo ha sido favorable, se elaboraron unas pautas de trabajo:
Búsqueda de información, puesta en común, asistencia...
Al principio nos costó entender el concepto de crisis ya que era muy ambiguo según el autor que lo definiera.
Estudiando los procesos familiares concluimos que el concepto es cotidiano y esta presente en toda nuestra vida, y que las crisis pueden ser tanto positivas como negativas.
Creemos que las etapas del ciclo y los mitos familiares son la base principal del trabajo, pues si cuesta entender en una familia la ruptura de un mito se puede romper el ciclo evolutivo y llegar a crear una crisis.
Remarcamos la importancia que tiene la familia como motor de la sociedad, que tenemos que cuidar y trabajar conjuntamente para el beneficio individual y colectivo de la familia.
Esto seria posible con el replanteamiento de nuevas políticas sociales que asimilen los cambios en la sociedad actual.
La cohesión entre familia y escuela, la conciliación del mundo laboral y familiar. Proyectar y fomentar un núcleo familiar sano que adaptará esas transformaciones en nuevos valores y estructuras sociales.

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